Tras la realización de las pruebas se constata el caos y la improvisación. STERM reconoce el esfuerzo y valentía de las familias y docentes que se han opuesto a su aplicación.
La actividad de los centros educativos de la Región se está viendo gravemente afectada por la realización de las pruebas de diagnóstico y las reválidas que han empezado a realizarse durante esta semana. Gran parte del profesorado ha tenido que dedicarse a tareas de aplicación, apoyo y supervisión de la misma sin que, tampoco en esta ocasión, la Consejería que dirige Pedro Antonio Sánchez, haya previsto la sustitución del mismo. Esto ha provocado diversos problemas organizativos que han imposibilitado el desarrollo normal de la actividad docente.
Por otra parte, la preparación de las pruebas ha vuelto a poner en evidencia la falta de capacidad organizativa de los responsables de la Consejería . Además de los fallos en la distribución de las pruebas de diagnóstico de 4º de Primaria, que han provocado su aplazamiento al dia 21 de mayo, los centros han venido recibiendo instrucciones hasta última hora. En este sentido STERM ha tenido conocimiento de correos recibidos a las 23:00 h. del día anterior a la realización de las pruebas, en los que se daban indicaciones de “última hora”
Una muestra palpable del descontento existente en diversos sectores de la Comunidad Educativa ha sido que en muchos centros educativos las familias hayan decidido no llevar a sus hijos a clase, siendo especialmente significativos los casos de los centros San Isidro de Los Belones, San Isidoro de El Algar, el Juana Rodríguez de Moratalla o el Cervantes de Molina. De este modo continúan mostrando su rechazo a unas políticas educativas, tanto a nivel estatal como autonómico , realizadas desde la imposición y a espaldas del sentir mayoritario. STERM reconoce el esfuerzo realizado por estos padres y madres.
STERM INTERSINDICAL insiste en su oposición a la realización de estas pruebas puntuales, que, además de suponer un esfuerzo y un gasto inútil, profundizan en un modelo de educación competitiva.
STERM sigue defendiendo la evaluación continua como forma de guiar y mejorar la práctica docente, frente a unas evaluaciones puntuales, que sólo sirven para clasificar y penalizar a los centros educativos, especialmente a los que tienen que desarrollar su labor en condiciones más desfavorables.