CAMPAÑA AMIANTO CERO

AMIANTO CERO

Basta con echar un vistazo a simple vista al tejado de cualquier centro educativo para comprobar si tiene una cubierta de amianto, aunque en algunos casos se hicieron obras de reforma se instaló un faldón y es más difícil de detectar. En la actualidad se conocen más de 150 centros que cuentan con amianto en sus instalaciones, aunque este listado no es exhaustivo y se barajan cifras cercanas a los 180 centros afectados en toda la Región.

El amianto es un material mineral que se usaba sobre todo en las cubiertas de fibrocemento (uralita) en la década de los 70, pero también se puede encontrar en las fachadas, bajantes e incluso en algunas pizarras. Mientras el amianto esté intacto no resulta peligroso para la salud, pero agotada su vida útil, de entre 30 y 35 años, puede empezar a descomponerse y a soltar fibras. Son estas fibras las que resultan peligrosas para la salud. Los asbestos, como también se conoce al amianto, pueden provocar cáncer de pulmón, laringe, ovario, asbestosis y mesotelioma.

La legislación vigente establece que debe retirarse obligatoriamente cuando se encuentre en mal estado o ha llegado al final de su vida útil, sin dar lugar a reparaciones, y ha de realizarse por una empresa especializada. Tal y como aparece recogido en la web de Transparencia CARM, “La Consejería de Educación y Universidades, dentro de la Estrategia Regional de Revisión y Reformas de Infraestructuras Educativas, tiene por objetivo la retirada de las cubiertas de fibrocementos existentes en los centros públicos con el horizonte temporal de 2028”. La realidad es que cada año aparece reflejada en los Presupuestos Regionales una partida para retirar la cubierta de fibrocemento en dos o tres centros y prima el criterio de oportunidad sobre el del deterioro del material.

Asbestos de amianto
Asbestos de amianto

¿Qué podemos hacer como docentes?

Los centros educativos, además de centros de enseñanza, son centros de trabajo y están, por tanto, sometidos a la normativa de prevención de riesgos laborales. Se puede actuar, por tanto, desde varios frentes;

  • Las AMPAS deben estar informadas de la presencia de amianto en el centro educativo y las consecuencias que de ello se desprenden.

  • Los centros educativos deben informar a la Consejería de Educación, en caso de no aparecer en el listado publicado, de la presencia de cubiertas de fibrocemento en el centro.

  • Asimismo, tienen derecho a pedir mediciones al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Consejería.

  • En caso de no estar conformes, tienen derecho a acudir a la Inspección de Trabajo para exigir el cumplimiento de tus derechos.

  • Las administraciones locales también deben apoyar la retirada de este material altamente perjudicial para la salud.

  • Los sindicatos trasladan las quejas de las personas trabajadoras a la administración. Cuéntanos tu caso y lo denunciaremos en el Comité de Seguridad y Salud Laboral.


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